¿Cómo afrontamos el agotamiento y la fatiga emocional?
- El primer paso es reconocer esta fatiga en nuestro cuerpo y explorar qué circunstancia o aspecto de nosotros mismos está causando este fatiga en nuestra vida. Algunas veces es fácil reconocer, qué cosas nos producen este estrés y cansancio emocional, y otras hemos de profundizar un poco más para descubrir qué nos quiere decir.
- La actividad física nos ayudará a relajarnos. Por ejemplo, realizar algún deporte, para poder liberar la tensión que sentimos a nivel físico, Una vez sabemos cómo se manifiesta nuestra ansiedad, y nuestro estrés podemos darle salida,facilitar a nuestro cuerpo una vía de escape para que no acumule tanta sobrecarga y fatiga emocional.
- Aprender a desconectar de aquello que nos preocupa y nos tensa a través de la respiración. Aprender a respirar, meditar durante el día o antes de irte a dormir. La meditación, o el mindfulness nos ayuda a estar el el presente y reduce mucho los niveles de estrés y fatiga mental y emocional.
- Un buen descanso y dormir las horas suficientes que nos pide el cuerpo es fundamental para reposar nuestra mente y regular nuestras horas del sueño para así poder estar más tranquilos.
- Ponernos límites, con nosotros mismos y los demás. No podemos llegar a todo, así que tenemos que aprender a priorizar, y a ver qué es lo más importante y qué cosas podemos dejar para otro día. También es importante poder aprender a decir “No” con los demás. reconocer nuestros propios límites nos va a permitir delegar, y no sobrecargarnos en exceso.
- Respetar nuestras necesidades, aprender a comunicarnos de una forma asertiva, primero hemos de estar bien nosotros, para luego poder atender las necesidades de los demás. Buscar espacios para nosotros, cuidarnos, darnos pequeños placeres, como por ejemplo, un baño de vez en cuando, un paseo, realizar una actividad que nos gusta.. .Todo esto nos va a ayudar a estar mejor con nosotros mismos y mejorar nuestro agotamiento emocional.
- Poder estar plenamente conectados con el presente, sí estamos en casa, pues disfrutar del momento casa, si estamos trabajando, centrarnos en el trabajo. Si podemos centrarnos en lo que hay, podemos reducir nuestro estrés, porque no estamos anticipando tanto.
- Por último, abandonar la culpa, de no poder llegar a todo, y empezar a responsabilizarnos de nuestra vida, ser más suaves y menos exigentes con nosotros mismos nos ayudará a tener más energía, porque en vez de invertirla en machacarnos, la aprovecharemos en cuidarnos.
Como digo en mi blog de Psicoemocionat, “La culpa sana es aquella que nos responsabiliza de lo que estamos haciendo, la que nos ayuda a ver y decidir, cuáles son los actos que hemos realizado y a la vez, poder observar nuestra responsabilidad y asumirla, no desde el machacarnos, sino desde el responsabilizarnos de nuestros actos”.
Así que, no intentes, combatir la fatiga emocional, sino que alíate con ella, compréndela, y entonces podrás estar más equilibrado/a emocionalmente.
martes, 5 de mayo de 2015
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robado de internet, me faltó a ver si no me cae la Sagarpa mjajajaja
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